Cartas al director


ALFONSO JÁUREGUI


Julio 2022

Aunque en las televisiones extranjeras se ha visto poco más que las instalaciones de IFEMA, la cumbre de la OTAN ha enseñado a los que no lo supieran que España es un país con una historia y patrimonio muy importantes, independientemente del Gobierno de turno (del actual mejor no hablemos, que no es objeto de este comentario). El mantenimiento de las tradiciones, como la Compañía de Alabarderos que custodia el Palacio Real y que ha recibido a cada uno de los mandatarios a la cena allí organizada, han contribuido a que la organización desde el punto de vista formal (el fondo tampoco es objeto de este comentario) haya sido un éxito. Lo mismo cabe decir de los tesoros del Museo del Prado y otros museos y palacios como el de La Granja.

Es una pena que en otros lugares pertenecientes a Patrimonio Nacional, como el Palacio de la Moncloa por ejemplo, se renuncie a la historia que tiene España, a los tapices y cuadros que allí estuvieron colgados durante muchos años, que se han sustituido por decoración moderna, que también tiene valor, pero que no es diferente de las oficinas de cualquier consultora o despacho de negocios.