FHB entrevista al EXCMO SR. D. ÁLVARO FERNÁNDEZ-VILLAVERDE Y SILVA, MARQUÉS DE SANTA CRUZ, Vicepresidente Honorario de la Fundación Hispano Británica

Pocos entrevistados tienen una historia familiar que se remonte al siglo XVI. De hecho, si preguntas a Google por el Marqués de Santa Cruz saltan una hilera de referencias desde 1576 aunque muy pocas, prácticamente ninguna, del actual Marqués, muy ocupado en la discreción. Una carga de siglos que no puede llevar con mejor talante, buen humor y responsabilidad. Álvaro Fernández Villaverde y Silva, XV Marqués de Santa Cruz y XIV Duque de San Carlos, se considera, fundamentalmente, una persona con suerte.


ISABEL AIZPÚN


Febrero 2024

Usted nos dice en esta entrevista que su principal preocupación en este momento es preparar el relevo de la gestión de todo el legado familiar del Marquesado de Santa Cruz para su hijo.

Yo ahora tengo un proyecto propio de mi edad que es, efectivamente, preparar a mi hijo para que adquiera estas responsabilidades. Lo más importante que tengo entre manos es ordenar las cosas y prepararle para que asuma esta responsabilidad. En realidad, se trata de adaptarse a los tiempos. No consiste en perpetuar las cosas porque estos quince marqueses anteriores hacían cosas muy diferentes a las que hago yo y tenían ideas muy distintas y mi hijo las tendrá enormemente distintas. Como padre tengo que respetarlas siempre que vayan a respetar la historia de la familia porque él tendrá que pensar en el año 2030 o 2040. Esa es mi fundamental idea o proyecto hoy en día. He tenido la suerte del hijo que he tenido.

Palacio de Los Hornillos, situado en Las Fraguas (Cantabria), construido por el arquitecto británico Ralph Selden Wornum.
En 2001 fue el escenario de la galardonada película de Alejandro Amenábar «Los otros».

¿Se ha encontrado problemas para gestionar un patrimonio como su Casa-Palacio de Madrid, el Palacio de Los Hornilllos en Cantabria, construido por un arquitecto inglés, el Palacio de los Duques de San Carlos en Trujillo y el resto de su patrimonio?

La normativa general no es propicia al apoyo privado, al patrimonio privado. En otros países como Reino Unido, Francia o Italia han sido los partidos de izquierda los que han propiciado una legislación fiscal partidaria de la protección del patrimonio privado. Este patrimonio se preserva para que se abra al público. Pero aquí la izquierda no lo hace y a la derecha le da miedo que parezca que están protegiendo a sus amigos, aquí tenemos que vivir con esto.

Debo reconocer que, excepcionalmente, hace un año aproximadamente la CAM convocó un concurso para conceder ayudas a bienes de interés cultural y tuvimos la suerte de recibir una, aunque, como ocurre a veces en nuestro país, las gestiones se estancan porque año y medio después, una vez recibido el dinero, seguimos esperando el permiso del Ayuntamiento para comenzar.

Hay que tener en cuenta que el Código de Napoleón rige los sistemas de herencia en España. Esos sistemas no son favorables a un mantenimiento y conservación del patrimonio cultural heredado. No se trata de no pagar impuestos sino de que no se disperse el patrimonio. Está así establecido y por eso cuando me preguntan qué contiene este palacio digo que es lo que queda de las distintas distribuciones a lo largo del tiempo.

El Marqués de Santa Cruz en la escalera principal de su Casa-Palacio en Madrid, en la calle de San Bernardino

Un palacio que es una vivienda y que data del siglo XVII, al que se va a reparar la fachada y que, en su interior cuenta con una importante colección de arte con obras de Goya, Carreño. Urgel, Madrazo, Sorolla, las Farolas de Lepanto nada menos…

Así es, en su momento mi madre para evitar que esa dispersión volviera a suceder en la siguiente generación puso en marcha la Fundación a la que pertenecen estas obras de arte y de la que soy presidente. 

Desde este palacio podemos recordar su trayectoria. Una historia de gran discreción, pero, desde luego, muy vital. Usted no se ha aburrido. Diplomático, presidente de esta Fundación familiar, patrono del Museo Naval, del Museo del Prado, Hispania Nostra, presidente del Patrimonio Nacional, directivo de Hidrocarburos, del Banco Hispanoamericano

La de diplomático es, probablemente, la actividad que más me ha gustado desempeñar. Después de veinte años de carrera en Nueva York y en el Ministerio en Madrid pensé que tenía que ocuparme de ciertos bienes de la familia ya que mi padre estaba destinado como diplomático en el extranjero. Por esa razón vine a Madrid donde pude compaginar esa actividad con mi trabajo en el Instituto Nacional de Hidrocarburos en el momento de la privatización de empresas públicas de energía con vistas a entrar en la Unión Europea. Después fui directivo del Banco Hispanoamericano lo que fue muy interesante porque la banca me permitió conocer mejor España ya que había seguido a mi padre por sus destinos diplomáticos hasta que vine a España a estudiar.

Tuve la fortuna de que me ofrecieran la presidencia de Patrimonio Nacional que incluía gestionar todos los bienes de la corona que pasaban a la sociedad como monasterios, palacios, fincas… Un puesto interesantísimo, con un personal sensacional, un trabajo que disfruté muchísimo. Es una responsabilidad de lujo en una entidad muy bien montada por la que se acaba de inaugurar el Museo de las Colecciones Reales, que yo puse en marcha hace once años con la convocatoria de un concurso. 

Pero la función de diplomático fue la que más me gustó. He tenido mucha suerte como fue el caso de aquel puesto en Nueva York cuando era joven y el resto de puestos que he desempeñado.

¿Ha tenido una suerte detrás de otra?

He tenido carambola. No tengo más que buenos recuerdos y agradecimientos hacia quienes me han ayudado a tener estas suertes de trabajo. 

Y todavía no hemos mencionado que es fundador de la Asociación de Propietarios de Casas Históricas.

La fundé trayendo una organización con sede en Holanda para reunir a aquellos que tienen casas con cierto valor histórico o cultural y que tratan de obtener reconocimiento de la administración. Hay algunas ayudas como la que recibimos por abrir el palacio al público, aunque no se puede abrir todos los días porque vivimos aquí. 

Estos edificios, si se les puede dar una función se mantienen, si no es muy difícil porque requieren inversiones muy fuertes. A veces son patrimonio de varios miembros, un proindiviso… cada uno quiere una cosa, otras veces son de una Fundación.

Uno de sus nombramientos es el de Vicepresidente Honorario de la Fundación Hispano Británica.

Sí, valoro mucho la Fundación Hispano Británica. Yo nací en Londres durante la Guerra Mundial cuando mi padre estaba de diplomático siendo embajador el Duque de Alba, un gran embajador. Muy pronto ya seguí a mi padre a otros puestos en Dinamarca, Egipto,,, Luego vine a España a estudiar dos años de oposición y la carrera de Derecho.

¿Cómo cree que debe ser la función de la FHB en este momento?

Creo que éste es el momento en que la salida del Reino Unido de la UE ha sido un fracaso, una decisión errónea. No entiendo cómo premian a David Cameron con un nombramiento de ministro cuando aquello que él pretendía que no saliera y con lo que solo quería reforzar su puesto en el partido, provocó toda esta situación. Tengo la sensación de que los británicos tienen que recuperarse de la salida de la Unión Europea. En aquel momento decidieron salir de la UE lo que provocó la dimisión de Cameron; desde luego no pasará a la historia como un gran presidente, pero esos asuntos los tienen que decidir los ingleses.

Una vez decidido el Brexit, los ingleses y los españoles deberían acelerar y mejorar las relaciones entre ambos países que antes se conducían a través de la UE; ahora no y la relación bilateral es muy importante. Es de esperar que pronto se solucione la relación entre España y el Reino Unido sobre la frontera de Gibraltar y mejoren las relaciones comerciales y económicas porque a nosotros nos toca respetar la decisión de Inglaterra y adaptarnos a ella.

¿Cómo ha evolucionado Reino Unido desde que viviera allí?

Ha sido un país muy presente en mi vida, de ahí mi interés por la Fundación. Hay que tener en cuenta que mi padre estuvo de diplomático en Inglaterra 30 años. Yo le visitaba y encuentro que hay cosas de aquel país que dan mucha envidia. La vida democrática del Reino Unido, por ejemplo, me parece de primera categoría, aunque no esté en un buen momento. El primer ministro británico que debe ser un hombre muy preparado no lo tiene fácil y enfrente tiene un adversario laborista preparado. Aunque es cierto que no es que estemos bien aquí. Los intereses internacionales no deben verse afectados por las desgracias nacionales. Por ejemplo, creemos que va a ser muy difícil para los españoles que trabajan como representantes en el exterior explicar ahora que los catalanes que habíamos dicho que eran muy malos ahora les decimos que son muy buenos y les perdonamos. Es muy difícil de explicar. Un grupo de diplomáticos jubilados hemos hecho pública una carta en la que nos centramos en el problema al que se enfrentan los diplomáticos. Cómo explica uno a un interlocutor extranjero que por siete votos se hace todo esto. Recuerdo el escándalo que le produjo a un amigo diplomático francés el hecho de que Aznar cediera la educación a las autonomías. Me dijo: esto es el principio del final.

Usted ha sido líder en muchas actividades y ya nos ha dicho que ha tenido mucha suerte, pero ¿es complicado cargar con la responsabilidad de tanto patrimonio?

Sin duda, me considero una persona con suerte, pero no es difícil. Las cosas, si te gustan, las sueles hacer bien. Es difícil que, si una cosa te gusta, la lleves mal. Yo, cuando más disfruto, por lo que a esta casa se refiere, es cuando viene alguien a verla y alaban lo bonita que es… te anima y te compensa el mantenerla entre otras cosas porque creo que España debe mantener su historia y hay que tener piezas que recuerden a esos momentos o personajes de la historia de España. Es una responsabilidad individual y no es pesada de llevar. Yo tengo la suerte de tener tres hermanos que me ayudan a mantener este patrimonio desde el patronato y me apoyan en todo momento. El ser consecuente con lo que uno ha heredado o con lo que uno debe hacer en la vida no es difícil, además es algo que se añade positivamente a tu trabajo, a tus cosas. En España hay una monarquía afortunadamente y esta situación no es un problema, es algo que enriquece tu vida. 

Palacio de San Carlos (Trujillo)

Sobre todo si, recordando sus antecesores, nos remontamos al siglo XVI…

Nos remontamos a D. Álvaro de Bazán, el primer Marqués de Santa Cruz por título concedido por Felipe II. Fue el almirante más importante en la batalla de Lepanto contra los turcos. Preparó la Armada a las órdenes de Juan de Austria, pero falleció antes de la batalla. D Álvaro había nacido en Granada y se movió desde cerca de Valdepeñas a Viso del Marqués donde se conserva uno de los dos archivos de la Marina arrendado por una peseta al año. Su padre había comprado tierras en esa zona porque los Reyes Católicos y luego Felipe II pedían a sus almirantes y hombres de la corte que compraran tierras que pertenecían, por conquista de guerra, a las órdenes militares. D. Álvaro padre y el hijo compraron y el hijo construyó el palacio. 

Palacio del Marqués de Santa Cruz en Viso del Marqués (Ciudad Real), alberga el Archivo General de la Marina «Álvaro de Bazán».

¿Cómo resumiría lo que les ha ocurrido desde el I hasta el XV marqués?

Ha habido muchos y muy distintos. Algunos se pueden recordar en los retratos colgados en esta casa. De todo hay. Algunos fueron marinos, otros políticos… cada uno suele destacar siempre cerca de la Corte, con puestos al servicio de los Reyes.

Precisamente ¿cómo valoraría la relación entre la Casa Real española y la británica a lo largo de la historia?

La relación entre ambas monarquías es excelente, lógicamente. Ambas son monarquías parlamentarias y las une relaciones familiares y de amistad, así como una historia protagonista en Europa.

Finalmente, ahora se prepara el camino al XVI Marqués de Santa Cruz.

Sí, aunque los tiempos cambian y hay que adaptarse. He tenido mucha suerte con mi hijo que acaba de casarse. Se ha casado a los 40 cuando yo me casé a los 20 así que sí, los tiempos cambian.