EXPOSICIÓN


«La España romántica: David Roberts y Genaro Pérez Villaamil»


Academia / 7 de octubre de 2021 – 16 de enero de 2022

Organizada por la Academia, el Centro de Estudios Europa Hispánica y el Instituto Ceán Bermúdez, y comisariada por Claudia Hopkins, catedrática de Durham University (Gran Bretaña), la exposición «La España romántica: David Roberts y Genaro Pérez Villaamil» ofrece nuevas perspectivas sobre el diálogo entre ambos artistas en el contexto del descubrimiento cultural de España por los viajeros-artistas en el siglo XIX.


El paisajista escocés David Roberts (1796-1864) y el artista gallego Genaro Pérez Villaamil (1807-1854) fueron gigantes del arte topográfico en la era romántica. Entre ambos produjeron varios cientos de vistas de paisajes y monumentos españoles –castillos, catedrales, conventos, palacios–, a menudo animados con un toque de vida local. Perfectamente versados en las convenciones estéticas de lo pintoresco y lo sublime, Roberts y Villaamil construyeron una imagen romántica de España en el siglo xix que todavía tiñe hoy la percepción que se tiene del país.

Hace ya mucho que los historiadores habían señalado la influencia de Roberts sobre Villaamil, pero nunca hasta ahora se había estudiado en detalle. Esta exposición abre nuevas perspectivas en el diálogo artístico entre ambos pintores en el contexto del descubrimiento cultural de España, el norte de África y Oriente Próximo por los viajeros-artistas. La muestra arranca con el primer encuentro de Roberts y Villaamil en Sevilla durante el verano de 1833, que cambió el modo de este último de acercarse a la pintura de paisaje, y se cierra con la reacción de cada uno de ellos ante la realidad cambiante de sus respectivos países casi veinte años más tarde.

En la exposición asoman semejanzas entre los dos artistas en cuanto a temas, estilos y técnicas, pero también se revelan diferencias cruciales en sus imaginativas respuestas a la vida cotidiana, la religión, el paisaje, la historia y la arquitectura de España. Roberts, escocés presbiteriano, presentaba España como un país exótico y atemporal, diferente al suyo. Villaamil compartía su fascinación por la Alhambra de Granada, la mezquita de Córdoba y la Giralda de Sevilla, pero también volvió su atención al centro y el norte de la Península, proyectando una imagen patriótica del país como una nación cristiana, católica y, en última instancia, moderna.

Si a principios del siglo xix la Guerra de la Independencia y la literatura romántica habían procurado a España un lugar en el imaginario popular de Occidente, la proliferación de diarios ilustrados de viajes con vistas de monumentos y paisajes dotaron al país de una identidad visual y lo convirtieron en un nuevo destino turístico. Tanto Roberts como Villaamil participaron en proyectos editoriales muy ambiciosos que desempeñaron un papel muy importante en dicho proceso. La exposición incluye una amplia selección de litografías y grabados de estas publicaciones que demuestran hasta qué punto contribuyeron a popularizar sus visiones artísticas de España.

Figuran en la muestra obras capitales de colecciones públicas y privadas españolas y británicas, como las National Galleries of Scotland, la Tate, el Victoria and Albert Museum, el Museo Nacional del Prado o Colecciones Reales, Patrimonio Nacional. Muchas de estas piezas apenas se han expuesto en España, entre ellas las magníficas vistas de la catedral de Sevilla pintadas durante la estancia de Roberts en la capital andaluza en 1833 que presta la abadía inglesa de Downside.

Complementa a la exposición un catálogo al cuidado de la comisaria de la muestra, Claudia Hopkins, con contribuciones de Antonio Gámiz Gordo, Antonio Jesús García Ortega, Andrew Ginger, Celia Jiménez Bellido, Briony Llewellyn, Matilde Mateo, Krystyna Matyjaszkiewicz, Carlos G. Navarro, Luis Ruiz Padrón, Carlos Sánchez y Martin P. Sorowka.


Genaro Pérez Villaamil

(El Ferrol, La Coruña, 1807 – Madrid, 1854)

Genaro Pérez Villaamil fue el creador y máximo representante del paisajismo romántico español, excepcionalmente dotado para el dibujo, de ejecución rápida y precisa. Su fecundísima producción –una enorme cantidad de pinturas, acuarelas, apuntes a lápiz y pluma– está dedicada fundamentalmente a las vistas panorámicas de monumentos, ciudades o paisajes naturales, transformados por la imaginación romántica del artista.

Aunque nacido en Galicia, se trasladó muy joven a Madrid y allí emprendió estudios literarios. En 1823 se incorporó al ejército del Gobierno liberal. Resultó herido en la campaña de Andalucía y fue trasladado a Cádiz como prisionero de guerra, donde permaneció hasta 1830 y asistió a las clases de la Academia gaditana. Alcanzó pronto fama en Cádiz y en 1830 la ciudad de San Juan de Puerto Rico le encomendó las decoraciones del Teatro Tapia. Regresó a España en 1833 y en 1834 se estableció en Madrid, donde participó activamente en el mundo artístico de la agitada época romántica e hizo una carrera de éxitos crecientes. En 1835 fue nombrado académico de mérito de la Real Academia de San Fernando y en 1840 pintor honorario de cámara. En 1845 fue nombrado teniente director de Pintura de la Academia de San Fernando y catedrático de Paisaje de dicha corporación, y en 1848 profesor de Paisaje de la Escuela Preparatoria para las carreras de Ingenieros Civiles y Arquitectos.


David Roberts

(Stockbridge, Edimburgo, 1796 – Londres, 1864

David Roberts empezó como aprendiz de pintor de brocha gorda y trabajó en el teatro como diseñador de decorados. A partir de 1822 se instaló en Londres y colaboró con Clarkson Stanfield haciendo dioramas y panoramas para el Drury Lane Theatre. En 1826 expuso por primera vez en la Royal Academy, de la que sería elegido académico en 1841. Paradigma del paisajismo romántico, realizó numerosos viajes y alcanzó la fama haciendo vistas pintorescas y arquitectónicas de los distintos lugares que visitó, encontrando en el Oriente Próximo su mayor fuente de inspiración. De 1832 a 1833 viajó por España, y visitó Marruecos y Tánger. A su regreso a Londres dio a conocer sus acuarelas y consiguió mucha popularidad entre un público que apreciaba cada vez más lo exótico. Fue uno de los primeros artistas que viajaron a Oriente Próximo, donde recorrió Palestina, Egipto, Jordania y Siria. Asimismo, conoció Europa visitando Bélgica, Holanda, Francia, Italia y Austria. La experiencia adquirida como escenógrafo se percibe en la destreza de sus dibujos de viajes, en los cuales plasmó las proporciones de los monumentos, ciudades y desiertos que visitó. Además, realizó bocetos de escenas costumbristas de la vida local. Roberts conseguía unas composiciones muy efectistas gracias a los peculiares puntos de vista que adoptaba, al dominio de la luz y al uso de fuertes colores. En sus últimos años se dedicó a hacer vistas del Támesis.