FHB entrevista a LORENZO CAPRILE

A Lorenzo Caprile no le impresionan nada las influencers porque está convencido de que la primera fue Eugenia de Montijo. Y, desde entonces, en la moda, ha llovido mucho. Tampoco lo de las “fake news” o los “story tellings” porque “siempre han existido”. Además, cree que a lo largo del tiempo también se ha mantenido la constante de que “la moda siempre ha tenido que ver con el poder.” En una conferencia FHB, ha explicado el origen del concepto moda a finales del XVIII y su nacimiento con Charles Frederick Worth.


ISABEL AIZPÚN


Mayo 2022

Empezamos esta entrevista en plena Guerra de Ucrania, en medio del horror ¿cómo afectan las tragedias a las personas creativas que se dedican a la belleza?

Es terrible pero intento que no me afecte porque, desgraciadamente, no me lo puedo permitir. Llevamos dos años durísimos para tallercitos como el mío. Somos unos héroes que sobrevivimos con mucho trabajo y muchísimo esfuerzo y estas cosas escapan totalmente a mi control. Si yo cierro, conmigo cierran quince familias directas y otras tantas indirectas y proveedores. No es que dependan de mí, pero formamos parte de una cadena, así que tenemos que hacer burbuja.

¿Hay factores que pueden afectar a la creatividad?

No se trata de creatividad sino de profesionalidad. No me puedo permitir que me influya todo lo que ocurre porque ya habría cerrado. Ahora, es esta Guerra. Hemos tenido el covid, la inestabilidad institucional que sufrimos en España desde hace muchos años, la reforma laboral…  A una pyme nos afecta y más en un sector como el mío que es el sector nupcial, de temporada. Yo no tengo la misma cantidad de trabajo en el mes de mayo o julio que en diciembre.  Estamos haciendo encaje de bolillos como otros empresarios. 

¿Es un tipo de trabajo que permite aislarse del entorno?

No creas; hay mucho mito alrededor de nuestro trabajo. Yo estoy metido en mi taller con quince personas… Si eso es aislamiento…  es un mito que se inventó y fomentó el sr Worth. Eso es una leyenda, eso no existe.

No existe el mito creador pero tú lo eres para mucha gente…

Como decía Picasso que la inspiración te pille trabajando. Es otro mito, ese de la inspiración, porque hay que resolver los problemas de todos los días. Todos los días hay un melodrama y cualquiera que se dedique a esto, lo sabe…. Una señora que no le gusta la prueba, una señora que cambia de opinión, una señora que te anula el vestido, una niña con el traje acabado que se arrepiente y no se casa, un millón de cosas… Como para aislarse…

¿Por qué te empezó a gustar la costura?

Supongo que por mi familia, una familia italiana con mujeres con muchísima personalidad, con dos abuelas que eran opuestas, con mundos muy diferentes, pero dos modelos de elegancia. Dos modelos totalmente opuestos pero muy complementarios. Tenía una abuela muy del norte, muy austera, tipo Armani, por entendernos; en cambio la maternal, más mediterránea, que ha vivido en las colonias, se inclinaba más por los estampados y colores. Y también está mi madre que ha sido una mujer elegantísima, que se ha vestido siempre en los mejores sitios. Más cuatro hermanas. Supongo que todo eso influyó.

Tu conferencia en la Fundación Hispano Británica sobre Charles Freferick Worth ha presentado un personaje muy desconocido para el público, aunque seguramente muy venerado en la moda por ser el primero en firmar su diseño como se hacía con la pintura o con otras artes. 

Sí, fue el pionero de lo que entendemos hoy como moda de autor, el modista sinónimo de gran artista. El creador del que hablábamos antes fue una imagen que él fomentó cuando era algo muy lejos de la realidad. El no empezó como sastre, ni como cortador, ni como bordador. Él empezó como yo creo que habría que iniciarse en esta industria; como vendedor, como comercial, y ahí se dio cuenta de que todo es “storytellig,” como diríamos hoy. Todo era relato, envolver a la señora en una fantasía.

¿Era un listo, un genio?

Era un genio en eso, en el marketing más agresivo.

Incluía hacer una o dos temporadas cada año lo cual debía ser muy novedoso.

El inventó el concepto de temporada y, sobre todo, el de desfiles, que no existían hasta ese momento. Eran presentaciones, no como los de ahora. Él tenía, además, la modelo de cabina. Modelos a sueldo de casa de costura, que se podían ver de martes a jueves de tal hora a tal hora… La casa Worth enseñaba los vestidos con sus modelos de cabina que se paraban a tu lado, podías tocar la tela, ver los cortes, hacerte una idea. Ese es el origen de los desfiles de modelos de ahora. Fue el primero que lo hizo.

La española Eugenia de Montijo vestida por el modista británico Charles Frederick Worth

¿Tienen mucho que ver realmente las influencers con lo que se considera la moda?

Sí, pero eso siempre ha existido. Es como lo de las fake news. Les llamamos de otra manera, pero siempre han existido.  La leyenda negra, por ejemplo, es el mayor caso de fake news de la historia de la humanidad con el famoso Guillermo de Orange. Ahora mismo, para prepararme la conferencia, repasando un poco la vida de María Antonieta, he podido recordar las fake news que tuvo esta mujer con los libelos y la cantidad de barbaridades que se dijeron sobre ella, hasta que había cometido incesto con su propio hijo… Ahora, estas personas que, digamos, sirven de modelo al resto de la sociedad les llamamos influencers y parece que nos desmayamos por ellas, pero es algo que siempre ha existido. La otra protagonista de la conferencia que es Eugenia de Montijo era una gran influencer. Lo que pasa es que este fenómeno ha cambiado todas las reglas del  juego. Siempre había una niña mona que era la líder del barrio a la que todas le copiaban y seguían a su tienda, era lo mismo que la influencer actual… pero ahora se ha multiplicado por 3.000 millones a nivel planetario. Siempre había una que era la primera que fue a Londres, la primera que se puso minifalda, la primera que se cortó el pelo, que se puso un tatuaje… Las demás la imitaban, pero ahora se multiplica por un millón y, como hay muchísimo dinero por medio se ha profesionalizado, se ha mercantilizado y ha perdido parte de esa frescura.

¿Coinciden con tus gustos?

Si digo la verdad, no lo sé porque no les sigo. Algunas han pasado por el taller, han picoteado y luego se han ido a otros. Ahora parece que tenemos mucha sintonía con una de ellas. Quería venir al taller y en mi ignorancia dije “pues que venga”… luego me enteré que era una estrella y tenía muchísimos seguidores. Pues agradecidísimo… pero no pierdo el sueño.

Tu libro sobre el estilo se ha reeditado. ¿nos recuerdas algunas pautas para conseguir un estilo si es que solo hay uno?

Para mí el estilo es sinónimo más que de inteligencia, de sentido común: no ponerte algo que sabes que te queda mal. Si vas a una boda en el polo norte, no te pongas una sandalia; si vas a un bautizo en Pedraza no te pongas un tacón de aguja.

Para mí es eso y, sobre todo, lo que intento repetir en el libro es que, al final, todo es prueba/error, como en cualquier disciplina. Una cosa es ese “allure” con el que puede nacer alguien, como ser alto o delgado, con el que puede haber uno entre un millón, pero lo de tener un cierto estilo o cierta personalidad, es algo que uno se lo va cultivando. No se nace sabiendo cocinar, ni sabiendo inglés, ni dibujar. Puedes tener inclinaciones naturales, pero, si eso no lo cultivas, no te equivocas y no lo vas practicando, a lo mejor, vas vestido bien una vez de casualidad. Nadie nace sabiendo eso.

Nadie se convierte en referente de la moda por casualidad…

La moda es poder, es economía. La moda es política. Nunca nos vestimos por casualidad. Entre todas las películas que se han hecho sobre el mundo de la moda, la que refleja mejor nuestra industria es El diablo viste de Prada. Lo resume todo muy bien esa escena en la que Meryl Streep da una lección de lo que es la moda y la industria de la moda a la becaria Anne Hathaway que se ríe disimuladamente cuando están eligiendo ropa y preparando una sesión de fotos porque todo le parece poco importante. Meryl Streep se da cuenta y le explica todo el proceso y todas las repercusiones que hay detrás del jersey azul tan poco atractivo que lleva y le comenta que “ese jersey azul que tú te has puesto hoy” …como diciendo: no te importa nada todo esto, ese color…  y empieza a hacer una historia del origen, la importancia y las consecuencias de que se esté usando ese color y ese producto… la realidad es que, en moda, nada pasa por casualidad, nada.

Todo eso requiere mucha dedicación, pero la mujer ahora quizá tiene menos tiempo.

Lo que pasa es que a vosotras os gusta mucho cambiar y a nosotros no. Somos más primitivos, más básicos. Lo que pasa es que dices esto y eres un fascista. Por supuesto que todos tenemos que tener los mismos derechos y las mismas oportunidades, pero no tenemos nada que ver.

¿En tu taller se trabaja para hombres?

Cuando hago ropa de teatro, sí. En mi taller porque mi taller es de modistería tradicional. La ropa de teatro era apasionante, como todo en esta vida. Cuando empiezas, lo coges con mucha ilusión. Ahora ya vas sustituyendo esa ilusión por oficio y profesionalidad; eso pasa en todo en la vida. Es como cuando te enamoras, tienes cuatro o cinco años de pasión y, luego, hay un afecto, una convivencia… el ser humano es así.

¿Alguna vez has dicho que no a una mujer, a una clienta?

No, a pesar de la leyenda negra que hay alrededor de mí y de mi taller, no. Lo que pasa es que no le dices que no, pero, a veces, ves que no hay química y no hace falta que le digas que no. En raras ocasiones se sigue adelante si ocurre algo así. Al final, esto es un proceso muy largo, muy íntimo; al final te desnudas delante de conocidos tanto metafóricamente como realmente, con lo cual, si no hay una cierta química de piel, por mucho que fuerces, no funciona.

Llega una clienta, una mujer que quiere una de tus creaciones… En algún momento, aunque la creatividad te tenga que pillar trabajando, surge la idea de lo que tiene que ser esa creación.

A mí, en concreto, me surgen los momentos de inspiración cuando tienes a la cliente delante. Algunas reconocen o agradecen esa chispa de genialidad y con otras tienes que recurrir al bendito storytelling y encontrar argumentos para intentar llevarlas a tu terreno. También es cierto que, después de tantos años en el taller, no te digo que sea infalible pero cuando entra una mujer ya sabes qué hacer.

Así que cada vestido es un producto muy compartido con la clienta

Es un trabajo en equipo entre el taller, yo y la clienta, de todo mi equipo. Desde luego es un trabajo con la clienta y si una quiere tener problemas los va a tener… mucho del éxito depende de ellas.

¿Hay similitudes entre Reino Unido y España tradicionalmente en la moda?

En relación con esta conferencia, el concepto moda comienza a finales del XVIII. Cuando estudiamos historia de la indumentaria hay un período maravilloso que es el período del estilo español que coincide con la explosión de la grandeza de España; hablamos de Carlos V, Felipe II, Felipe III. En aquel momento sí hay una conexión brutal con Inglaterra, una especie de amor/odio con un vaivén de modas y modos de noticias de cosas que nacieron aquí y llegaron allí y se distorsionaron, sobre todo bajo el reinado de Isabel I. Cuanto más odias algo, más te atrae con lo cual muchas de las imágenes icónicas de Isabel I son el traje español pero exagerado y transformado, adaptándolo a su idea de escenografía real. Ese es un imperio fascinante con muchas anécdotas y muchos links, como se dice ahora. No olvidemos que Felipe II estuvo casado con María Tudor. Estuvo viviendo en Londres y hubo muchísima conexión. La hija de los Reyes Católicos, Catalina de Aragón, fue la primera mujer de Enrique VIII y la que más duró con él, 22 años. De hecho, el origen de la famosa lana inglesa para la dote de Catalina de Aragón iba en un montón de barcos que se llevaron con un rebaño de ovejas merinas. Se cruzaron y la famosa lana inglesa con esa rama genética de merino español pasó a Australia. El origen de la calidad de la lana inglesa está en esa dote.