FHB entrevista a IGNACIO PEYRÓ, Patrono de la Fundación Hispano Británica

Ignacio Peyró prologa su último libro con un particular retrato del Támesis y de esas mareas que le dan “su aspecto pardo y fuerte”, como un londinense impregnado de la vida de la ciudad y sus mareas diarias, de la vida que se ve y de la que no es tan obvia. Pero su obra británica, la que refleja su devoción por el país en el que vive dirigiendo el Instituto Cervantes, es “Pompa y circunstancia, diccionario sentimental de la cultura inglesa”. Le ha llevado su tiempo observar, analizar y escribir sobre los componentes de lo británico y por eso le hemos pedido que defina él, un español en la corte londinense, qué es lo británico.  


ISABEL AIZPÚN


Madrid, Mayo 2021

En su libro recién publicado “Ya sentarás cabeza”, aunque no está ambientado en Londres, recurre a la ciudad y su río para prologarlo. Ya que lleva su observación de la ciudad a su obra reciente ¿nos puede comentar si lo suyo con Londres y Reino Unido es un encontronazo desde que vive allí o algo con tradición personal? ¿Cómo llega a conocer tan bien y tanto esta cultura?

En el fondo supongo que es inevitable que todos seamos un poco anglófilos: la presencia de lo británico en nuestras vidas -de músicas a literaturas u objetos diarios- es muy importante. La atracción por la vida de las islas, en todo lo que va de la cultura a la política y el ocio, es algo que recorre los últimos siglos europeos desde Voltaire hasta la posguerra. Por supuesto, es un diálogo: también los británicos se han inspirado mucho en el continente. Por mi parte, el encuentro con lo británico es de experiencia vital pero no menos de experiencia literaria o intelectual. 

Su “diccionario sentimental” abarca desde Churchill a los Rolling Stones, Lady Di o Shakespeare, también el sistema parlamentario o la monarquía… más de mil páginas que acercan una cultura que no deja indiferente… ¿Qué le llevó a abordar este proyecto?

Me pareció que era una cultura que se prestaba de modo extraordinario -por su punto ligero, por su humor- a una obra de estas características, personal y literaria pero sin excesos en la arbitrariedad. 

Después de escribir esta obra, ¿Qué es lo inglés?

Una cosa muy inglesa -frente a la costumbre francesa- es ser un poco elástico con las definiciones…

Tratándose de una enciclopedia, a lo mejor tiene que seguir añadiendo términos… el brexit, por ejemplo.

No descarto refrescarlo en unos años, pero sería muy poco: el libro ya está. Todo lo del Brexit, in nuce, está repartido aquí y allá y en entradas como “continente”.

Como periodista, observador y vecino de Londres ¿ha cambiado algo en la ciudad, en el país, desde el Brexit? ¿Algo que no estemos notando desde fuera?

Ahora hay que pagar en la aduana y la dificultad de circulación de personas y bienes es una realidad. En lo demás no veo cambios.  

¿Qué cree que escribirán los libros de historia dentro de unas décadas de lo que ocurre ahora en Reino Unido?

El futuro no está escrito. En todo caso, es una decisión soberana que hay que respetar y con la que hay que trabajar. 

En alguna ocasión ha dicho: “he escrito varios libros, siempre con una sensación desconcertante: dedicarles mucho tiempo y a la vez pensar que los libros tienen una curiosa manera de irse escribiendo a sí mismos”. ¿Hay alguno en este momento que se esté auto escribiendo, algún proyecto?

Hay un par de libros con no poco sabor británico en el horizonte, y uno, en concreto, en un horizonte bien cercano…

¿Echa de menos el periodismo?

No, porque siempre he seguido implicado: escribo en El Confidencial cada dos semanas y con alguna frecuencia en El Mundo, ABC y El País. Por otra parte, no tengo ganas de volver a una redacción, pero me gusta pensar que estuve en varias. 

Como Patrono de la Fundación Hispano Británica, ¿qué función cree que debe aportar en estos momentos la Fundación?

Si la labor de la sociedad civil en acercarnos y conocernos siempre ha sido importante, en estos momentos lo es todavía más, ya que el vínculo bilateral cobra una especial relevancia. Yo solo puedo celebrar el entusiasmo y el afán de trabajo que he visto en la Fundación.