FHB entrevista a JOSÉ MARÍA DE AREILZA CARVAJAL, CONDE DE MOTRICO, «Amigo de Honor FHB 2021»

A José María de Areilza Carvajal, conde de Motrico, se le puede conocer como analista experto en Relaciones Internacionales, por su vinculación personal con el Reino Unido, por ser el Secretario General de Aspen Institute, como profesor, como inspirador de políticos jóvenes, articulista… y, en general, en el mundo de las ideas en el panorama internacional. Y ahora también, porque es el premio Amigo de Honor 2021 de la Fundación Hispano Británica. Comenzamos la entrevista que enseguida se convierte en conversación.


ISABEL AIZPÚN


Noviembre 2021

Antes de empezar la entrevista ya se preguntaba por qué le han concedido este Premio…

Es un premio inmerecido, creo que la única razón para que me lo hayan dado es que soy un anglófilo enorme. Desde pequeño he tenido la suerte de aprender inglés en Gran Bretaña; mi primer trabajo de verano fue en la City; mi padre trabajó muchos años en el banco más antiguo de Inglaterra… siempre me he sentido muy vinculado. En mi trayectoria como profesor de Derecho Europeo he tenido la suerte de trabajar con grandes especialistas británicos y hoy sigo acudiendo anualmente a Chatham House a dar dos seminarios en su programa de liderazgo. Siempre he sentido que el Reino Unido era parte de mi entorno.

¿Y hoy en día qué es ser anglófilo?

Creo que es darse cuenta de que el espíritu británico forma parte del ser europeo, como cuna de la democracia, de la libertad, de los derechos fundamentales, del debate libre. Es justo reconocer esa herencia y toda la influencia de Reino Unido en el mundo en temas como comercio mundial, globalización, seguridad y defensa, pero también en las artes, la historia, la literatura y en la ciencia. En mi caso, mi anglofilia es una elección después de una reflexión sobre qué es ser europeo.

José María de Areilza Carvajal, conde de Motrico, distinguido como Amigo de Honor
de la Fundación Hispano Británica. Septiembre 2021.

Así que el Brexit habrá resultado doloroso…

Es un desgarro, es algo muy doloroso para muchos británicos y muchos otros europeos, entre los que me encuentro, pero es una decisión con la que hay que vivir. Hay que mirar hacia delante y dejar los reproches y la desconfianza para tejer una relación lo más constructiva posible porque compartimos muchísimos intereses, tenemos el mismo sustrato de valores y una historia común. Debemos poner en marcha cuanto antes, una relación lo más constructiva posible. No es fácil y creo que todos, sociedad civil, gobierno, los medios de comunicación, haríamos bien en esforzarnos en esa dirección.

Tiene posibilidades de encauzar ese esfuerzo como Presidente de las Tertulias Hispano Británicas…

Las Tertulias es el foro bilateral más importante que existe entre Reino Unido y España. Se crearon en 1988 a impulso de las dos coronas después de una visita de la reina Isabel II a España y otra del rey Juan Carlos al Reino Unido, con la idea de fomentar desde la sociedad civil los vínculos culturales, científicos, empresariales, económicos, entre ambos países. Es una reunión anual de tres días con representantes de las sociedades civiles y los gobiernos. La prueba de que es un foro influyente es que hemos alcanzado el foro número 32 tras la pandemia. Es un encuentro para hablar de una forma franca y natural, con confianza, de todos los asuntos de la relación bilateral en contexto global bilateral. La palabra tertulia refleja muy bien su carácter. Unos encuentros sosegados, interesantes, tranquilos, una conversación entre amigos y de ellos se han apoyado distintos proyectos sobre temas muy importantes. Estamos intentando renovarlas para que sigan sirviendo al propósito de ayudar a la relación bilateral. Las próximas tendrán lugar en Bilbao a finales de noviembre. 

Además de anglófilo, es experto en Relaciones Internacionales, un analista de geoestrategia. Dice su Currículum que es experto en poder e influencia en las organizaciones. Puede sonar inquietante… ¿qué se enseña en esa asignatura?

Tengo la suerte de tener dos áreas docentes y de investigación y académicas: una es el derecho de la Unión Europea y otra es poder e influencia en las organizaciones, una asignatura que enseña a los profesionales a pensar en el factor poder en sus organizaciones.

¿De cualquier ámbito?

De cualquiera. Política, empresa, tercer sector… Es una asignatura que aspira a ayudar a transformar las organizaciones y contribuir al bien común. Como decía Edmund Burke, para que el mal triunfe lo único que tiene que ocurrir es que los buenos no actúen. Muchas veces el poder es algo de lo que las personas con principios, con ideales, se retraen. Parece que no fuera con ellos y, sin embargo, el poder es neutro, depende de lo que hagamos con él. Con el poder se pueden hacer las cosas más maravillosas y las peores. Por eso es un curso que te ayuda a cómo conseguir tus objetivos profesionales en un contexto concreto y a construir tu carrera profesional. Lo imparto en ESADE y antes de la pandemia también en Virginia y en Paris.

Vamos a conocer su opinión de analista en diferentes escenarios. EEUU sería uno ya que estamos en Aspen Institute. ¿Se ha acabado el populismo, se mantiene el malestar, sigue siendo el mismo aliado para sus aliados?

Por mi trabajo en Aspen España he seguido muy de cerca el debate sobre el populismo en ambos lados del Atlántico y sus consecuencias para el mundo. Espero que la presidencia de Trump sea un paréntesis y no al revés, que lo sea Biden en su intento de reforzar la democracia. Hay una posibilidad real de que Trump vuelva y gane las elecciones de 2024 y creo que hay que preocuparse de las consecuencias que eso tendría, no solo en Estados Unidos. Pero también hay que comprender por qué muchos norteamericanos le han votado. Hay una América que no se siente representada por la sensibilidad cultural dominante en las dos costas y en las grandes ciudades. Durante unos años EEUU se ha replegado y Trump no ha sido el líder del mundo libre, lo ha sido Angela Merkel. Sin embargo, en el mundo que vivimos con el ascenso de China necesitamos unos Estados Unidos con capacidad global que trabajen con todos sus aliados europeos, por supuesto depende también de nuestra capacidad de contribuir a resolver problemas globales desde Europa.

Porque China ya ha alcanzado su posición de superpotencia…

Es un gran país en busca de su sitio en el mundo con una estrategia muy clara de ascenso, en economía digital, en inteligencia artificial, en inversión en infraestructuras, en temas militares y con reformas económicas de gran calado que está poniendo en marcha. El problema es que puede ofrecer una alternativa a las democracias liberales a partir de un modelo autoritario, que puede parecer exitoso en muchos casos. La pregunta para los occidentales es cómo establecemos una estrategia de colaboración con China en muchos temas, por ejemplo, la lucha contra el cambio climático, pero también de contención y de limitación de algunas de sus aspiraciones globales. No queremos importar el modelo chino de sociedad, queremos defender la democracia y la libertad. Una de las grandes ventajas de China es que creen mucho en su modelo y que sus dirigentes piensan a largo plazo. 

Y ¿qué futuro prevé en la zona del Golfo?

Es una zona con repliegue de EEUU que comenzó con Obama, más tarde siguió con Trump y ahora también con Biden. Es el retorno de los imperios: los turcos, los iraníes, los rusos… Una zona que se ha vuelto más inestable al retirarse Estados Unidos y en la que los europeos tenemos que multiplicar los esfuerzos para mantener la paz.

Y desde la parte española de Aspen Institute y como miembro de numerosas organizaciones civiles y académicas… qué análisis haría de España

España está como todos los países de su entorno saliendo de pandemia, avanzando por fin hacia la recuperación económica. Pero necesita que su política funcione mejor. Echo de menos un país en el que el trabajo principal de la política sea llegar a acuerdos, el duro trabajo de fabricar consensos… Por desgracia vemos cada vez más discursos políticos que tratan al rival como el enemigo, una polarización que no cesa. Hay sin embargo mucho terreno común para llegar a acuerdos. Cuando vemos qué grandes asuntos preocupan a la gran mayoría de los españoles: el cambio climático, la cohesión social, la igualdad, el desempleo juvenil… La política debe partir de esos consensos y construir el futuro sin quebrar una senda histórica de más de cuarenta años de progreso colectivo.

Una de nuestras actividades en Aspen España es trabajar con jóvenes políticos. Les conectamos con los grandes debates de su tiempo en geopolítica, economía, liderazgo, ética… Hace más de siete años que organizamos este programa y debo decir que estoy esperanzado porque muchos jóvenes políticos entienden que hay mucho terreno común y que las diferencias son también un sitio para encontrarse.

¿Algún consejo para los jóvenes que entran en la Fundación?

Lo que intento, pensando en mis hijos, es que no agoten nunca su curiosidad, que no se vuelvan cómodos o escépticos. Siempre digo a mis alumnos que el mal de los cínicos, los que no creen que las cosas pueden mejorar es que se vuelven vagos mentales, perezosos y ya no hacen las preguntas interesantes para ganar el futuro. Tenemos que fomentar esa curiosidad, esa capacidad crítica de hacer las preguntas, de volver a pensar muchas cosas, desde la convicción de que las cosas se pueden cambiar a mejor.

Tenemos que pensar muy en serio qué mundo vamos a dejar a nuestros hijos, a nuestros nietos. Poner en primer lugar la reflexión sobre la salud del planeta, el reto de la demografía, las migraciones, la sostenibilidad de las pensiones y la deuda pública y que cuanto antes estén ellos incluidos en la conversación, mejor.  Son desafíos que les van a afectar a ellos sin haberles preguntado… Asimismo el desafío de aprovechar a fondo la revolución digital, conseguir que sea una palanca de igualdad de oportunidades, de crecimiento de las economías, de fuente de conocimiento.

Me preocupa lo que se ha denominado la crisis de atención digital porque nos roba la atención, la concentración y la capacidad de movilizar esfuerzos colectivos para resolver grandes problemas. Hay un problema de fondo en el modelo económico que está detrás de muchos negocios digitales que lo que realmente buscan es “cosechar nuestro comportamiento”, como ha dicho una profesora de Harvard.

Con este curriculum académico tan extenso, ¿mantiene las ganas de estudiar, de investigar?

La ventaja de ser profesor es que se puede elegir qué es lo siguiente que puedes estudiar. Acuérdate de lo que decía este profesor inglés: “no sé nada de este tema, voy a tener que escribir un libro sobre ello”. Por ejemplo, ahora a partir de los temas de poder e influencia voy a terminar de escribir el caso de Angela Merkel y su relación con el poder. También he empezado un libro durante la pandemia para hacer una propuesta de reforma de la Unión Europea y repensar cómo es el europeísmo que necesitamos en nuestro tiempo. Otro asunto que me preocupa y al que dedico tiempo en Aspen España es al reto de la sostenibilidad, cómo pensar en ella desde Europa, en el fondo poniendo luces largas para los asuntos en los que nos jugamos el futuro de la sociedad y de las siguientes generaciones. El debate sobre la sostenibilidad nos ofrece la oportunidad de mirar lejos y hablar del cambio climático, de la transición energética, del futuro de la democracia y del futuro del capitalismo.